miércoles, 30 de marzo de 2016

Por mis obras no me salvó sino por su propósito.

 Proclamando el Evangelio de la Gracia Dios


Hch. 20:24 Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios. 


A.- La salvación inmerecida
  •       El hombre está muerto espiritualmente. No es capaz de recibirlo. Col. 2:13; Jn. 6:44; 10:26.
Col 1:21  Y a vosotros también,  que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente,  haciendo malas obras,  ahora os ha reconciliado.
  •       El hombre está completamente corrompido es indigno. No puede merecer la salvación. Ro. 3:9-18; Gal. 5:4; Ro. 9:31-32; 11:6.


Jer 13:23   ¿Mudará el etíope su piel,  y el leopardo sus manchas?  Así también,   ¿podréis vosotros hacer bien,  estando habituados a hacer mal?

B.- La Salvación – El Favor


  • 1.    Dios en sí mismo desea salvar. Ef. 1:9; 2:4.
  • 2.    Dios nos escogió por causa de sus propias razones. Ef. 1:4-5; Ex.
    33:19.
2Ti 1:9  quien nos salvó y llamó con llamamiento santo,  no conforme a nuestras obras,  sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
  • 3.    Dios pago nuestra deuda. Col. 2:13-15; Ro. 3:21-28


Rom 5:10  Porque si siendo enemigos,  fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,  mucho más,  estando reconciliados,  seremos salvos por su vida.
  • 4.    Dios nos hace vivir y nos da la fe.  Hch. 13:48.
  • 5.    Dios nos hace santos y nos preserva en santidad. 2Ts. 2:13-14; 1Pe. 5:10. 
  •  Flp 1:6  estando persuadido de esto,  que el que comenzó en vosotros la buena obra,  la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

martes, 29 de marzo de 2016

No es mi fuerza es su gracia

LA GRACIA DE DIOS



I.-  ¿Qué es la gracia?

A.- Favor inmerecido.
“El favor eterno y absolutamente gratuito de Dios que se muestra por medio de las bendiciones espirituales y eternas que  El da a personas indignas y culpables “

B.- Un regalo gratuito. Tuvo su origen en la benignidad del dador y no obligado al hombre. Efesios 2:4-8; Juan 3:16; Hechos 17:12-13.
Rom 3:24  siendo justificados gratuitamente por su gracia,  mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Efe 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios;
Rom 9:15-16  Pues a Moisés dice:  Tendré misericordia del que yo tenga misericordia,  y me compadeceré del que yo me compadezca.  Así que no depende del que quiere,  ni del que corre,  sino de Dios que tiene misericordia.

C.- La opuesta de obras y méritos.


El recipiente no tiene influencia. Ro. 3:19-23, 4:4-6; Efesios 2:9; Juan 1:12-13.
Rom 11:6  Y si por gracia,  ya no es por obras;  de otra manera la gracia ya no es gracia.    Y si por obras,  ya no es gracia;  de otra manera la obra ya no es obra.
Gál 5:4  De Cristo os desligasteis,  los que por la ley os justificáis;  de la gracia habéis caído.
Rom 10:20  E Isaías dice resueltamente:  Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.

D.- La comparación con la misericordia.

1.    Los dos fluyen de la benignidad de Dios y manifiestan un favor inmerecido. La misericordia es: Inclinarse para ser amable a uno que es inferior y activamente enseñar la compasión.
La gracia es: inclinarse para ser amable a uno que es inferior y conferir el favor.
2.    Diferencia entre gracia y misericordia:
a)    La misericordia (y la gracia común) es para todos. Retarda pero no cancela el juicio. Salmos 145:9; Mateo 5:45; Ro. 2:4; 9:22-23. Dios no tiene gozo en el sufrimiento del hombre. Lm. 3:33-36; Ez. 33:11.

b)    La gracia (el favor particular o salvador) es solamente para los elegidos. Cancela la deuda y trae salvación. 2 Co. 8:9, 10; Ro. 8:29-30; Gal. 1:15; Ro. 9:10-16; 11:15.

sábado, 26 de marzo de 2016

¿ Quién instruirá a mis hijos?

¿Quién instruirá a mis hijos?


La familia es ordenada por Dios. Es la parte central del plan del Creador. Él ha establecido familias para brindar  felicidad a sus hijos, para ayudarles a que aprendan el Evangelio en un ambiente de amor y prepararles para la vida aquí y para la eternidad. El hogar es el lugar más importante para enseñar, aprender y poner en práctica los principios del Reino.

Pro 24:3 Por la sabiduría la casa es construida, por entendimiento es asegurada,

Dios da sus mandamientos al pueblo de Israel por medio de Moisés y dentro de ello establece sabiamente un modelo de instrucción sobre los hijos para obedecer sus palabras.

Deu 6:4-9  Oye,  Israel: Jehová nuestro Dios,  Jehová uno es. 5  Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón,  y de toda tu alma,  y con todas tus fuerzas. 6  Y estas palabras que yo te mando hoy,  estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos,  y hablarás de ellas estando en tu casa,  y andando por el camino,  y al acostarte,  y cuando te levantes. 8  Y las atarás como una señal en tu mano,  y estarán como frontales entre tus ojos; 9  y las escribirás en los postes de tu casa,  y en tus puertas.

Este pasaje proporciona el tema central de Deuteronomio. Establece un  patrón que nos ayuda a relacionar la Palabra de Dios con nuestra vida diaria. Tenemos que amar a Dios, pensar constantemente en sus mandamientos, enseñar sus mandamientos a nuestros hijos y vivir cada día según los principios de su Palabra.

   Dios enfatiza la importancia de que los padres enseñen a sus hijos su PALABRA.

   No se puede delegar esta responsabilidad a la iglesia y las escuelas cristianas. La Biblia ofrece tantas oportunidades para obtener lecciones objetivas y prácticas que sería una pena estudiarlas sólo un día a la semana.

   Las verdades eternas se aprenden de una forma más efectiva en el ambiente amoroso de un hogar donde se teme a Dios.

Los hebreos fueron y triunfaron en cuanto a hacer de la religión una parte integral de su vida. El éxito estuvo en que la educación religiosa estuviera orientada a enseñar a vivir, no a informar. Utilizaban el contexto de la vida diaria para enseñar acerca de Dios. La clave para enseñar a sus hijos a amar a Dios se describe simple y claramente en estos versículos. Si usted quiere que sus hijos sigan a Dios, debe hacer de Dios una  experiencia diaria. Debe enseñar a sus hijos con diligencia a ver a Dios en todos los aspectos de la vida, no sólo en aquellos que están relacionados con la iglesia.

Pro 22:6 Dice el proverbio: La senda por la cual comenzó el joven a andar desde el principio, esa misma seguirá también cuando viejo.

Conozca palabras importantes que enriquecen el concepto de INSTRUIR.
Sinónimos de instruir:  Adoctrinar, aleccionar, enseñar, adiestrar, amaestrar,  preparar, aconsejar, entrenar, avezar, curtir, disciplinar, escarmentar, corregir, edificar; alfabetizar, educar; alumbrar, aclarar, ilustrar, esclarecer, descubrir; procesar, encausar; enterar, explicar, avisar, advertir.
Antónimos de instruir: Descarriar, desconocer, ignorar, dudar, olvidar, equivocar, concluir, cerrar, silenciar, callar, omitir, ocultar.

domingo, 20 de marzo de 2016

El ágape tiene una superioridad absoluta al filéo, para no negar la fe en Jesucristo.

Supremacía del ágape filéo inestable



¿Qué es el ágape?

Es primero amar sin que le hayamos amado, es un amor incondicional, es dar a su único hijo santo, para ser sacrificado y morir por el pecado de todos los transgresores,  cubriendo el pecado y perdonando a todos los se arrepienten de su maldad.  (1Jn 4:10)

Es amplio, abarcando específicamente el juicio y el asentimiento de la voluntad como asunto de principio, deber, propiedad, firmeza, es amar en sentido moral.
Este amor (ágape) no nace en el hombre viene de Dios a los hombres y solo lo puede recibirse por revelación, (Rom 5:5)

¿Qué es el filéo?
Ser amigo,  tener afecto, apego personal, como asunto de sentimiento o emoción; besar, inestable.

Consideremos:

Jua 13:34  Un mandamiento nuevo os doy:  Que os améis unos a otros;  como yo os he amado,  que también os améis unos a otros.  35  En esto conocerán todos que sois mis discípulos,  si tuviereis amor los unos con los otros. 36  Le dijo Simón Pedro:  Señor,  ¿a dónde vas?  Jesús le respondió:  A donde yo voy,  no me puedes seguir ahora;  mas me seguirás después.  37  Le dijo Pedro:  Señor,  ¿por qué no te puedo seguir ahora?  Mi vida pondré por ti38  Jesús le respondió:  ¿Tu vida pondrás por mí?  De cierto,  de cierto te digo:  No cantará el gallo,  sin que me hayas negado tres veces.

Luc 22:33 Pedro le dijo:  Señor,  dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel,  sino también a la muerte.

Mar 14:31  Mas él con mayor insistencia decía:  Si me fuere necesario morir contigo,  no te negaré.  También todos decían lo mismo.

Pedro después que negó a Jesús, lo vio morir en la cruz y fue enterrado, volvió a su antiguo oficio, pensando que todo se terminó. Y Jesús se le presento Pedro porque había resucitado y le dice:

Jua 21:5  Y les dijo:  Hijitos,  ¿tenéis algo de comer?  Le respondieron:  No….  15  Cuando hubieron comido,  Jesús dijo a Simón PedroSimón,  hijo de Jonás,  ¿me amas (ágape) más que éstos?  …  16  Volvió a decirle la segunda vezSimón,  hijo de Jonás,  ¿me amas(ágape)?  Pedro le respondió:  Sí,  Señor;  tú sabes que te amo (filéo).  …   17  Le dijo la tercera vezSimón,  hijo de Jonás,  ¿me amas?  Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez:  ¿Me amas (filéo)?  y le respondió:  Señor,  tú lo sabes todo;  tú sabes que te amo (filéo).  Jesús le dijo:  Apacienta mis ovejas.   18  De cierto,  de cierto te digo:  Cuando eras más joven,  te ceñías,  e ibas a donde querías;  mas cuando ya seas viejo,  extenderás tus manos,  y te ceñirá otro,  y te llevará a donde no quieras.

Esta expresión de Pedro era porque amaba a Jesús con el fileo, es un amor inestable, amor de amigo, no trasciende a más, y negó al maestro tres veces. Porque no se le había revelado aun el ágape,  que es impartido por Dios a través del Espíritu Santo (Rom 5:5)

Jesús le dice Pedro me agapeas y él decía te filéo, la segunda vez le dice Pedro me agapeas y él decía te filéo. No se le había manifestado el ágape, hasta día de pentecostés.

Análisis.

1. Jesús les dice que se amen (ágapee), unos a otros y serán mis discípulos, luego Jesús declara que va a morir y Pedro le dijo: Mi vida pondré por ti, Señor,  dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel,  sino también a la muerte. : Aunque todos se escandalicen,  yo no, Pedro tenía el amor filial, es inestable y negó a Jesús.

2. Jesús le dijo dos veces tienes que amarme con el ágape y Pedro le respondía que lo iba amar con el filéo, Y la tercera vez Pedro se entristeció porque sabía que había fallado y no tenía el ágape. Y le profetiza cuando era joven tenías el amor filial que es inestable y  tenía que llenarse del ágape para que tenga la supremacía y vencer, a cualquier circunstancia, así Jesús lo restaurarlo. Y después Pedro dio su vida por Jesús. 

Conclusión.

1. El filéo, amor fraternal, sentimental me lleva a negar a Jesús.


2. La llenura del ágape viene a mi vida, por el Espíritu Santo, para no negar a Jesús y ser fiel hasta la muerte. Que busquemos esta gloriosa impartición, para que nos sature del ágape como lo recibió Jesús, la iglesia de los hechos. ¡Aleluya!

viernes, 18 de marzo de 2016

Realmente has nacido de nuevo

La Regeneración


Viene del griego palingenasis que significa nuevo nacimiento. Nacer en el espíritu.
¿Por qué necesitamos la regeneración?
Necesitamos ser regenerados (nacer de nuevo) porque la naturaleza humana es pecaminosa. El hombre, en su voluntad (Ro. 1:28), su conciencia (1 Ti. 4:2) y su intelecto (2 Co. 4:4), está corrompido y depravado, y su corazón y entendimiento están cegados (Ef. 4:18).
Gén 6:5-6   Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra,  y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.  6  Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra,  y le dolió en su corazón.

Rom 3:12  Todos se desviaron,… No hay quien haga lo bueno,  no hay ni 
siquiera uno.   

El Señor Jesús dijo que todas las personas son malas, ninguna es buena.

Veamos otra cita de la Palabra de Dios:

Mar 10:17  Al salir él para seguir su camino,  vino uno corriendo,  e hincando la rodilla delante de él,  le preguntó:  Maestro bueno,  ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18  Jesús le dijo:  ¿Por qué me llamas buenoNinguno hay bueno,  sino sólo uno,  Dios.  19  Los mandamientos sabes:  No adulteres.  No mates.  No hurtes.  No digas falso testimonio.  No defraudes.  Honra a tu padre y a tu madre.   20  El entonces,  respondiendo,  le dijo:  Maestro,  todo esto lo he guardado desde mi juventud.  21  Entonces Jesús,  mirándole,  le amó,  y le dijo:  Una cosa te falta:  anda,  vende todo lo que tienes,  y dalo a los pobres,  y tendrás tesoro en el cielo;  y ven,  sígueme,  tomando tu cruz.  22  Pero él,  afligido por esta palabra,  se fue triste,  porque tenía muchas posesiones.  23  Entonces Jesús,  mirando alrededor,  dijo a sus discípulos:  ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!   24  Los discípulos se asombraron de sus palabras;  pero Jesús,  respondiendo,  volvió a decirles:  Hijos,  ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios,  a los que confían en las riquezas!  25  Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja,  que entrar un rico en el reino de Dios.
                                                                                
En este pasaje en mención, una persona le dice a Jesús bueno, y Jesús le dice que no hay ni si quiera uno bueno. Luego pregunta, que  hacer para heredar la vida eterna, Jesús le responde,  guardar los mandamientos entonces él afirma que desde su juventud los ha obedecido.
¿Qué estaba indicando con esta afirmación?
Que era bueno a su propio pensar, porque confiaba en ciertos mandamientos que practicaba sin embargo el Señor detecto en su corazón el mal que él no podría negar, su amor por los bienes materiales o la avaricia que lo poseía.


Análisis:
1. Las buenas acciones o buenos sentimientos ciegan al hombre para
reconocer su verdadera naturaleza de maldad.
2. Este personaje que guardaba algunos de los mandamientos se creía buena, y no se daba cuenta del mal que en verdad tenia, y como no quiso reconocerlo no pudo nacer de nuevo (regenerar) y no recibió la vida eterna.
Conclusión:
1.  La Palabra de Dios es la única que puede afirmar con absoluta verdad el estado caído del  hombre.

2.- Si el hombre cree lo que Dios dice puede ser regenerado, si reconoce que es malo, que es  pecador  y necesita arrepentirse de toda su maldad entonces solo así nacerá de nuevo. ¡Aleluya!

jueves, 17 de marzo de 2016

Los buenos al infierno y los pecadores al Reino de los Cielos, es verdad Jesús lo dijo.

Los buenos al infierno y los pecadores al Reino de los cielos


Luc 15:7  Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente,  que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Si reconozco que soy un pecador y me arrepiento de mis pecados, puedo recibir el perdón y las puertas del Reino de los Cielos se me abrirán para entrar, como indica el versículo en mención que solo uno pudo ser salvo, pero los 99 que se creían justos (buenos) no se arrepintieron cayeron en condenación y se les abrió la puerta del infierno.
Jua 3:18  El que en él cree,  no es condenado;  pero el que no cree,  ya ha sido condenado,  porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Consideramos la siguiente Escritura:
 
Parábola del fariseo y el publicano
9  A unos que confiaban en sí mismos como justos,  y menospreciaban a los otros,  dijo también esta parábola:
(Traducción de Juan Mateo y Luis Alonso) 9 A algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás, les dirigió esta parábola: 
11  El fariseo,  puesto en pie,  oraba consigo mismo de esta manera: Dios,  te doy gracias porque no10  Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo,  y el otro publicano. soy como los otros hombres,  ladrones,  injustos,  adúlteros,  ni aun como este publicano12  ayuno dos veces a la semana,  doy diezmos de todo lo que gano.
13  Mas el publicano,  estando lejos,  no quería ni aun alzar los ojos al cielo,  sino que se golpeaba el pecho,  diciendo: Dios,  sé propicio a mí,  pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;  porque cualquiera que se enaltece,  será humillado;  y el que se humilla será enaltecido.
(Traducción de Fernando Arcas y Alonso Fernández)  14 Os digo que este publicano volvió a casa con sus pecados perdonados; pero el fariseo no. Porque todo el que pretenda ser superior a los demás, será humillado; pero el que a sí mismo se humille, ése será ensalzado.
(RV60) Luc 18: 9-14

 Analicemos:

1. El fariseo: pensaba que era bueno porque no era ladrón,  injusto,  adúltero, etc. Sino más bien ayunaba, diezmaba y no tenia de que arrepentirse.

2. El publicano: sabía que era pecador, indigno de Dios, ni los ojos podría levantar al cielo  y decía: Dios,  sé propicio a mí,  pecador.

Conclusión:

1. El publicano busco a Dios, imploro, se arrepentió de sus pecados, y fue perdonado, recibió la purificación de sus maldades, se le abrió la puerta del Reino de los Cielos. ¡Aleluya! fue salvo por la eternidad.

2. El fariseo que se creía bueno, nunca se arrepintió, y Dios no le perdono y cayó en la condenación eterna, el infierno. 

Mat 23:26 ¡Fariseo ciego!  …  33   ¡Serpientes,  generación de víboras!  ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
Mat 23:26, 33
El Señor nos enseña que mientras una  persona confía en su propia justicia o en sus propias acciones bondadosas, se considerará una persona buena y nunca reconocerá la maldad de su corazón, por lo tanto su necesidad de arrepentimiento no vendrá. Por el contrario el hombre que sabe que es malo de corazón está consiente que necesita el perdón, porque sabe que es indigno ante un Dios que es Santo.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Ágape el amor de Dios

Á g a p e




“Y por haberse multiplicado la maldad,  el amor de muchos se enfriará.”     Mat 24:12 

La profecía que Jesucristo nos dijo, se cumple en estos tiempos por el incremento de la maldad el amor se enfriara.
De que amor se está refiriendo, del amor humano, sentimental, eros o filial, lo que Jesús está diciendo no es a ese amor sino al ágape, que es el amor viene de Dios.
Muchos decimos Dios es amor, y se piensa que se refiere al amor humano o sentimental, pero lo que se está refiriendo es al ágape. Hoy el cristianismo en algunos es endeble, frio, indiferente, no quieren negarse a sí mismo, no quieren tomar la cruz y seguir a Cristo, solo quieren que se les entiendan y sigan pecando, no quieren esforzarse, ni sacrificarse.

Mas el que persevere hasta el fin,  éste será salvo.  Mat 24:13

Y Jesús sigue diciendo que seré salvo si persevero hasta el fin, ¿en qué debo perseverar? Sería una  buena pregunta, y claro esta si tomo en cuenta lo que dice el versículo anterior nos percatamos que debo perseverar en el ágape para  estar en la salvación que nos dio Jesús. Y mantener viva la luz que fue encendida en nuestra vida cuando nos arrepentimos de todos nuestros pecados.

¿Qué es el ágape?


"En esto consiste el amor (ágape): no en que nosotros hayamos amado a Diossino en que él nos amó a nosotros,  y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."
1Jn 4:10

Es amar primero sin que le hayamos amado, es un amor incondicional, es dar a su único hijo para ser sacrificado y morir por el pecado de todos los transgresores,  cubriendo el pecado y perdonando a todos los se arrepienten de su maldad.
Este amor (ágape) no nace en el hombre viene de Dios a los hombres y solo lo puede recibirse por revelación, es así la diferencia de los primeros cristianos que dieron su vida  por causa de Jesucristo sin negar su fe en los coliseos romanos, comidos por los leones.


La Escritura dice:
  porque el amor (ágape) de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.   Rom 5:5

Hoy tenemos el bautismo del Espíritu Santo, para hablar lenguas, tener visiones, profecías, poder, pero en la cita que leímos nos dice que el Espíritu Santo, no solo imparte lo nombrado sino que también bautiza con el ágape, (el amor de Dios), que nos hace amar como Dios ama. Es con este bautismo del ágape que viviremos como anduvo Jesús y los primeros cristianos de la iglesia de los hechos que no se veía que andaban pecando, como se ve hoy en la iglesia contemporánea.

9  Porque: No adulterarás,  no matarás,  no hurtarás,  no dirás falso testimonio,  no codiciarás,  y cualquier otro mandamiento,  en esta sentencia se resume:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10  El amor (ágape)  no hace mal al prójimo;  así que el cumplimiento de la ley es el amor.
Rom 13:9-10


Que venga a nuestras vidas el bautismo del ágape,  y viviremos como hijos de Dios, y andaremos en santidad, sin pecar contra Dios y el prójimo.

lunes, 14 de marzo de 2016

El precio de un adorador

El precio de un  adorador

 El significado de la palabra griega en el Nuevo Testamento traducida más a menudo como "adoración" (proskuneo) es "postrarse delante" o "arrodillarse delante." La adoración es una actitud del espíritu. Debido a que es una acción interna e individual, los cristianos adoran constantemente, los siete días de la semana. Cuando los cristianos se reúnen formalmente en el culto, el énfasis aún debe estar en adorar individualmente al Señor. Aún como parte de una congregación, cada participante debe estar consciente de que está adorando a Dios en un plano individual.

La naturaleza de la adoración cristiana es de adentro hacia afuera, y tiene dos cualidades igualmente importantes. Debemos adorar "en espíritu y en verdad" (Juan 4:23-24). Adorar en espíritu no tiene nada que ver con nuestra postura física. Tiene que ver con lo más hondo de nuestro ser y requiere 

varias cosas. Primero, debemos nacer de nuevo. Sin el Espíritu Santo habitando dentro de nosotros, no podemos responder a Dios en adoración, porque no lo conocemos. ""Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Corintios 2:11). El Espíritu Santo dentro de nosotros es quien vigoriza la adoración, porque en esencia está glorificándose a Sí mismo, y toda verdadera adoración glorifica a Dios.

En segundo lugar, adorar en el espíritu requiere de una mente centrada en Dios y renovada por la verdad. Pablo nos exhorta a "presentar vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento" (Romanos 12:1, 2). Sólo cuando nuestras mentes dejan de estar centradas en las cosas materiales para centrarse en Dios, podemos adorar en el espíritu. Distracciones de todo tipo pueden inundar nuestras mentes cuando tratamos de alabar y glorificar a Dios, dificultando nuestra verdadera adoración.

En tercer lugar, sólo podemos adorar en el espíritu si tenemos un corazón puro, abierto y arrepentido. Cuando el corazón del Rey David estaba lleno de culpa por su pecado con Betsabé (2 Samuel 11), se dio cuenta de que no podía adorar. Sentía que Dios estaba lejos de él, y "gemía todo el día," sintiendo que la mano de Dios se agravaba sobre él (Salmo 32:3, 4). Pero cuando confesó su pecado, la comunión con Dios fue restaurada y le brotaban la adoración y la alabanza. Comprendió que "los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; el corazón contrito y humillado" (Salmo 51:17). La alabanza y la adoración a Dios no pueden provenir de corazones llenos de pecados inconfesos.